miércoles, 27 de julio de 2016

Lágrimas para un muerto desconocido

Al costado de la iglesia mientras ella descansaba,
sonaban las campanas que erizaban toda piel.
Mucha gente llegó tarde.
Mucha gente fingía dolor.
Sin embargo la mujer que sentada estaba afuera,
empapaba la vida con su llanto fervor.
Cantaba aquel profesor canciones tristes,
tan tristes que te abrazaban y te estrujaban el corazón.
Salía la gente vestida de negro.
Salía con su guitarra aquel profesor.
La mujer secando sus lágrimas
se levantó y partió mirando al horizonte.

domingo, 29 de mayo de 2016

25 85

Dormí 18 horas.
Desperté y arrastrándome como un caracol fui a bañarme.
Mis demonios despertaron conmigo. Escucho sus risitas.
Mirarme en el espejo y ver grandes ojos con un adornado saco negro, ojeras. Dime 25 85.
Dime otra vez 25 85.
Necesito que me digas 25 85.
Tus demonios me persiguen.
No me dejan dormir.
No me dejan comer.
No me dejan sonreír.
A ellos les gusta torturarme.
Lloro.
Ya no tengo ganas de llorar.
Ya no les daré el gusto.
Me fui cuando estaba caminando.
Más de diez veces.
Despersonificación le llaman los psiquiatras.
Hoy no siento dolor. 
Siento locura.
Ellas no me dejan en paz.
Tengo miedo.
Dime 25 85.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Sin identidad

Yo te amé.
Te di todo.
Te di mi cuerpo, mi alma, mi corazón, mis vísceras, mi espíritu, mis sueños. Te mostré mis debilidades,  mi lado más tierno y mi lado más cruel. Te ofrecí mi hombro para cuando quieras llorar, mis chistes para cuando reír, mis lágrimas para cuando tengas sed y mi lujuria para cuando quieras placer.
Me he callado cuando tenía que gritar y he gritado cuando tenía que matarte, pero cuando me pedías silencio yo era ese mar manso después de una tormenta.
Por ti me desvelaba, te escribí las cartas más bonitas. Te invité a mi casa, te invité a sentarte a mi mesa y cociné para ti, te invité a dormir en mi cama y desnude mi alma para ti.
Te di mi confianza a pesar de tus miles de decepciones.
Quise salvarte porque pensaba que tú me salvarías.
Dejé todo, y te di todo...que cuando te fuiste no quedó nada de mí, ni siquiera amor.

sábado, 20 de febrero de 2016

-Perdón

Afuera llueve. Estoy tomando un té, fumando un cigarrillo, escuchando música y leyendo poesías. 
Te estoy esperando.
Que linda es la soledad cuando esperas a alguien.
Llegas.
Yo me desarmo por dentro. Fumas un cigarrillo conmigo y estamos en silencio.
Hay silencios cómodos.
-Perdón- me dices. Y yo te invito a pasar la noche conmigo.
Quizá porque sea una zorra, o porque te amo.