Recuerdame por ser diferente, por tener un alma con muchas sombras blancas, por tener lágrimas dulces, por el calor de mi frialdad.
Recuerdame también por mis gestos y emociones, por mi voz muda,  por mi mirada profunda, y recuerda a mi piel con sus variados tonos.
Recuerda a mis cabellos, a mis dedos, a mis huesos. Recuerdame siempre, tal como un día fui, como un día sonreí, como un día lloré,  como un día me quejé, como un día goce, recuerdame miserablemente tierna, nunca te olvides, por siempre recuerdame.

"La vida debe ser una alegría interrumpida"         L. TOLSTOI

No es cierto que la vida sea sombría, que solo haya lacras, lamentos, amarguras y lágrimas. En la vida hay de todo en cuanto desea encontrar el hombre y él tiene energías para crear lo que no hay. La vida es como una pieza teatral, no importa cuánto se haya vivido, si no cuánto bien se haya representado; es dulce o amarga, corta o larga ¿Que importa?. El que goza lo halla corta y el que sufre lo halla larga.

Séneca indica que: "Sufrir y llorar es vivir, el que no ha sufrido ni ha llorado no conoce el bien, ni el mal no conoce a los hombres, ni se conoce a sí mismo". Aristóteles dice: "Conéctate a ti mismo"

No está la felicidad en vivir, sino en saber vivir. Ni vive mas el que mas vive, sino el que mejor la empleó. No hay que vivir a prisa, el saber repartir las cosas es saber gozar; a muchos les sobra la vida y se les acaba la felicidad.
Solo viven aquellos que luchan; aquellos a quienes llena el alma y la frente una firme aspiración, aquellos que suben a la cima de un alto destino; los que marchan pensativos, aprisionados por un fin sublime; teniendo delante de los ojos, sin cesar, día y noche, o algún santo trabajo o algún amor grande.

VÍA: FILOSOFÍA DEL ÉXITO

No importa que el viento me lleve a rincones oscuros, ya no tengo miedo. Se secaron las lágrimas, que un día hicieron el mar. No interesa que este zumbando en la cabeza de los demás, no necesito de sus atenciones. Mientras tanto, podría seguir perdida en algún lugar del mundo, pensando en mis gatos, en mis ojeras, y en los pies de Verónica, no interesa que nadie piense en mi como yo pienso en ellos.
Nadie se comprende, nos maltratamos con amor, peleamos sin estar en guerra, el mundo y sus elfos me inspiran, me tragan, me mastican, me escupen, me vomitan, me pisan... y aún así, pretenden que yo sonría.

Se evapora este amor

que en una noche me invadió.

La dosis del dolor terminó

y una sonrisa de mi rostro se apoderó

Bebimos juntos el licor

que nos volvía locos de desamor,

dejamos de fingir tanto dolor

y con un beso, juntos dijimos adiós al adiós.

Interminable vuestras seducciones,

nos acatábamos a tanta emoción.

Tan dispuestos estábamos que tarde ya era,

cuando nos dimos cuenta que el deseo se seco