Fue un día nublado y con frío, pero yo tenia que ir a rendir mi examen en el CCPA (Centro Cultural Paraguayo Americano), y mientras esperaba a que me llamaran, estando sentada, ingresa una señorita con el uniforme del Colegio Santa Clara, detrás de ella venia su padre. Ambos, se acercaron a la caja, y entre risas, su padre la abrazo y le dio un beso en la cabeza. Admito que sentí envidia, y por un momento soñé que yo era la señorita, y mi padre su padre. Pero que absurdo no? Mi papá jamas haría eso conmigo. Soñé lo que quizás anhele por ese momento, mi vida y la de el aun no termina, creo que un día podría  mi historia ser una copia a la de ella, a la de la señorita y su padre.

En el pasto nos tiramos, y el sol nos miraba y acariciaba con su calor, pero al mismo tiempo el viento nos mandaba una brisa fría y fantástica.
Vos solo me abrazaste, y me agarraste las manos acariciándome una y otra vez. ¿Y si nos damos un beso?
No recuerdo en que momento tu lengua toco la mía, pero si recuerdo que tus manos rodearon mi cintura, tus brazos mi cuerpo, yo me encendí completamente, ya no te quería soltar nunca mas. 
Tu delicadeza en ese momento me desnudo, nos contamos secretos que en ese momento dejaron de serlos, confianza inmensa entre los dos, se volvió pasión, y esa pasión se volvió amor.