Yo te amé.
Te di todo.
Te di mi cuerpo, mi alma, mi corazón, mis vísceras, mi espíritu, mis sueños. Te mostré mis debilidades, mi lado más tierno y mi lado más cruel. Te ofrecí mi hombro para cuando quieras llorar, mis chistes para cuando reír, mis lágrimas para cuando tengas sed y mi lujuria para cuando quieras placer.
Me he callado cuando tenía que gritar y he gritado cuando tenía que matarte, pero cuando me pedías silencio yo era ese mar manso después de una tormenta.
Por ti me desvelaba, te escribí las cartas más bonitas. Te invité a mi casa, te invité a sentarte a mi mesa y cociné para ti, te invité a dormir en mi cama y desnude mi alma para ti.
Te di mi confianza a pesar de tus miles de decepciones.
Quise salvarte porque pensaba que tú me salvarías.
Dejé todo, y te di todo...que cuando te fuiste no quedó nada de mí, ni siquiera amor.
miércoles, 9 de marzo de 2016
Sin identidad
Publicado por Andrea Insaurralde en 3/09/2016 06:48:00 p. m.
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