Cuando la vida deja de tener sentido,
el viento ya no me quiere llevar,
el sol no me alumbra, y las estrellas no me miman,
ya no siento los granos de arena deslizándose por mis dedos,
no hace frío, ni llueve,
se acaba la alegría, y también la melancolía,
nadie me visita, solo el ente que lleva una capa negra,
me susurra, y me toca los cabellos,
es potente la energía de sus manos, dedos y mirada.
Y cuando la vida deja de tener sentido,
nadie esta donde yo estoy, ni si quiera la soledad,
ni el ente y sus fantasmas,
ni mi imaginación e ilusión,
todos se van, lejos... mientras yo me quedo,
en algún lugar donde es irreal.

Bebe mis lágrimas,

no dejes que mojen mi rostro

si no puedes beber,

te comprenderé,

solo pásame un pañuelo

y luego tuércelo,

no dejes ninguna gota

ninguna marca de mi melancolía

has que sea un nuevo día

abrazándome y mostrándome

lo hermoso de la vida.

Despertar en el mar

con los reflejos del sol sobre mi cara,

correr, sentir la arena,

respirar fuerte,

llorar de tanta emoción

y encontrarte en algún rincón

para amarte y susurrarte.

Descubrirnos unos al otro,

darnos y recibirnos,

mirarnos a los ojos

y expresar lo que sentimos.

Quisiera vivir en campos

contemplar siempre a la naturaleza,

imaginarme cosas con las nubes,

dispararle al sol con mis muecas,

jugar con las flores

y buscarte en cada rincón

hasta encontrarte,

para abrazarte.

Despertar a tu lado,

nadie existe excepto nosotros,

no tener miedo,

soñar sin limites,

comer cerezas

y decirle a la vida

alguna promesa:

"Vivir para amar"

y yo se que contigo

lo puedo lograr,

mi espacio hoy es tuyo

mi amor también,

no me dejes, sin conocerme.

Quisiera encontrarte siempre

para que me abraces

y me ames sin limites.