miércoles, 25 de agosto de 2010

All the small things



La sonrisa se me afloja lentamente sin que yo pudiera sentir. La apatía aprovecha y se centra en mi mente, y el fin de la risa esta por llegar, la depresión de nuevo quiere entrar a mi mente indefensa.
Me di cuenta que lo único que hago todo el tiempo es contradecirme. Otra vez miro mis finas piernas y empiezo a notar mis visibles venas verdes, me empiezo a detestar.
La gente no siempre quiere leer cosas negativas, pero esta vez tendré que obligarme en expresarles que voy a seguir escribiendo negativamente, sin ningún optimismo y con bastante burrería. Mi blog, mis palabras, mis emociones, mi vida. 
Mi vida no es de cinco estrellas, por lo tanto no esperes leer anécdotas maravillosas.
Nunca fui optimista, y note que por una semana pude mantener la frente en alto, luchando por lo que mas quería. Sigo en pie, con mis ideas, pero algo tienen que saber, la soledad me volvió a susurrar. Mi consuelo es la fantasía realizada por mi ser.
Leí en un libro: "Cuando el mundo nos abandona, la soledad es manejable, pero cuando nosotros mismos nos abandonamos, la soledad es prácticamente incurable".Pues bien, yo no me he abandonado, el mundo si, y aun así, un filosofo o psicólogo puede decirme que yo no estoy sola.
No quiero ni pensar lo que murmuran los demás. La codicia que una persona puede tener, la codicia que avanza sobre mi ser, hace que yo deteste todo, porque no puedo tener lo que quiero, mi familia siempre tuvo lo justo y necesario, te lo digo en general. 
Restale a mi edad 10 años. Digamos que desde los 8 años, ese tal Pablo (compañero de trabajo de mamá) nunca me cayó bien, su risa que se tuerce en mi cerebro y se vuelve en un trozo de odio. Hoy, el dijo a mi mamá que a los 18 años todas las chicas tímidas somos unas bandidas. Discúlpeme? me esta usted llamando bandida?.
Constantemente sueño despierta. En ese entonces, me voy a pasear por el mundo, mis lugares favoritos: New York, Italia, y Alemania. Conozco a un hombre blanco con lunares marrones y el cabello de oro, miradas profundas y con un aroma inexplicable. Y otra vez, aparece el sufrimiento. Me considero una persona masoquista, nunca me detuve a pensar que soy yo la que sufre en todo momento en vez de reír, el dolor que la vida nos da quizás duela, pero no por mucho tiempo, y yo que me sigo lamentando por mucho. Decía Augusto Cury: "Felices de aquellos que usan la mente para pensar y no para sufrir". Entonces, yo sufro porque quiero, porque Dios me ha hecho muy sensible y capaz de hacerme pensar y no sufrir, cosa que no quiero ver.
La confianza es uno de mis mayores tropiezos o montañas que me impiden llegar a donde quiero. Se lo dije cierta vez a la Madre Anita cuando nos fuimos de jornada con los compañeros, se lo dije a ella, se lo dije a ellos. Como dice aquella canción de Los Auténticos Decadentes: "Necesito alguna seguridad para contarte como me siento, un momento intenso de intimidad para compartir sentimientos. Hasta ayer todo andaba bien, y ahora el mundo es tan extraño, como hacer para distinguir la sinceridad y el engaño". Hoy, ¿en quien podes confiar?, ¿en quien podes creer?. Hasta la miopía que sufro me da cierta inseguridad, porque no teniendo mis anteojos, no puedo distinguir tal cosa como es.
Cuando viajo en colectivo, bus, micro o bondi, como quieras llamarle a esos medios de transportes, lo que mas quiero es sentarme en un lugar en donde pueda abrir esa ventana y respirar el aire del campo.
Me detengo a pensar, ¿que sera que le pasa por la cabeza a mi mama?, ¿porque siempre se me escapan las lágrimas cuando pienso en papá?, ¿es posible que yo tenga una tía con 39 kilos?, ¿una tía quien abandona prácticamente a sus hijos?, ¿unos primos egoístas, viciosos, agresivos, e ingratos?... todo es posible, y cuando busco por quien llorar, por quien sufrir, aquí he encontrado algunas razones para matarme.
Mi familia, mis amigos, casi todos son peces en una pecera, porque "El pez que nunca salio del agua no percibe la importancia en su vida".
Zapateo de rabia  descubrir que yo soy una persona que aun no sale del vientre de su madre, que aun no se ha socializado personalmente con los demás. Es una pena que yo, siendo alegre y divertida, con chistes malos pero que con mi risa podrías llorar de tanto reír, no tenga a alguien en quien confiar plenamente. ¡Ah! ¿puedo confiar en vos? no te vi, perdón.
¿Nunca pensaste que se haría de ti cuando esa persona que tanto amas se tiene que retirar de este mundo?. Yo si, y apenas con pensar que mi madre pasara a otro mundo mejor, se me parte el corazón. Pero me consuelo con mis creencias, "ella ira al paraíso como buena mujer que ha sido y cuando yo muera, nos encontraremos si Dios me concede el perdón a mis pecados, y tendremos vida eterna". ¿Te parece algo loco todo esto?, yo se, a veces estoy medio loca.
Y aunque mi vida sea de colores oscuros, siempre voy a agradecer a Dios por darme la oportunidad de ver el sol y la luna, los rostros de mis familiares y queridos conocidos. Yo se que mi creador esta preparando una pintura mejor. 

0 susurros:

Publicar un comentario